Cristina de Santiago, doctora en Ciencias Geológicas e investigadora del Instituto Geominero, da las claves del momento ‘dulce’ que vive esta renovable aún desconocida para el gran consumo.

En la fotografía de las energías renovables que prometen salvar al mundo del calentamiento global no está en primer plano. La solar fotovoltaica y la eólica copan el foco. La primera se ha desplegado en los tejados de medio país para hacer frente a la última crisis de precios de la energía y rebajar la factura de la luz en casa; la segunda continúa su expansión redibujando el paisaje ibérico. Pero la hermana menos popular, la geotermia, tiene mucho que decir en la lucha global por encontrar alternativas limpias que cubran las necesidades del ciudadano.

Hasta ahora no ha estado en el centro del debate de la transición ecológica, pero se encuentra en un punto de inflexión que promete darle pronto el lugar que se merece. Cristina de Santiago, doctora en Ciencias Geológicas, miembro del grupo de Geoenergía del departamento de Recursos Geológicos para la Transición Energética del Grupo de Geotermia del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), habla de las grandes posibilidades que ofrece esta energía renovable en nuestro país y da las claves del momento ‘dulce’ en el que se encuentra.

-El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miterd) acaba de anunciar partidas millonarias para una decena de proyectos de geotermia de alta temperatura en Canarias y Madrid. ¿Puede cambiar mucho el panorama para este vector en España?

-Ojalá estemos ante un punto de inflexión, sí. En este campo no hay nada que hacer si realmente no se hace una apuesta importante por parte de las administraciones. En Canarias se han hecho campañas de exploración con todas las técnicas que conocen los expertos del subsuelo para intentar averiguar si tenemos recursos geotérmicos desde los 70. Pero sin un apoyo directo del Estado, que ponga el dinero para perforar, no se puede hacer nada. Lo maravilloso es que ahora, por primera vez, esto ha pasado en España.

-¿Por qué depende del aporte público?

-La inversión de la primera perforación supone un riesgo financiero demasiado elevado para asumirlo únicamente por una empresa privada. Quiero decir, tras esa perforación se confirma si se ha tirado el dinero o hay recurso geotérmico y se puede seguir trabajando. Esta apuesta la tienen que apoyar los gobiernos, como sucede en otros países. En Portugal tenemos un ejemplo cercano con su centrales de geotermia en las Islas Azores para la producción de electricidad.

-¿Qué probabilidad hay de tener éxito en los 11 proyectos aprobados?

-Los dos próximos años van a ser de infarto. En ese tiempo se tiene que haber realizado la primera perforación que diga si hay recursos suficientes. Esto no se puede saber de antemano de ninguna manera. Lo que se ha hecho desde los años 70 hasta ahora es investigar desde la superficie con todas las técnicas geológicas, hidrogeológicas, geofísicas y geoquímicas disponibles. Lo que sabemos es que en Canarias, por su actividad volcánica, y en un punto del norte de Madrid, hay mucho calor.

-¿A qué se debe el giro del Gobierno si nunca antes había apoyado la geotermia?

-No se trata de que el Gobierno haya cambiado de opinión sino de que ha llegado el dinero desde Bruselas a través de los fondos Next Generation para que se emplee específicamente en esto. Con este dinero, a través del IDAE, se financia el 50% de la primera perforación. Europa tiene clarísimo que la geotermia es fundamental para combatir el cambio climático y es una de las renovables clave. El Parlamento Europeo aprobó hace poco por unanimidad potenciarla para todos los usos: climatización mediante bombas de calor, usos directos y producción de electricidad.

Imagen - «Europa tiene clarísimo que la geotermia es clave contra el cambio climático; hay que dejar de gastar gas para calentar las casas»

«Europa tiene clarísimo que la geotermia es clave contra el cambio climático; hay que dejar de gastar gas para calentar las casas»

-Sobre estos usos, España ya tiene experiencia en la geotermia de baja temperatura pero no en la de alta, que es la que permite generar electricidad. ¿Puede explicar la diferencia?

-La geotermia sirve para tres cosas. Cuando tenemos muy alta temperatura -de 150º o más-, que es lo que tenemos en Canarias (y posiblemente alguna otra zona de la penísnula), podemos generar electricidad. Se ubica la planta de generación eléctrica encima del yacimiento y comienza a generar energía. Luego está la temperatura intermedia, de 30 a 90 grados, con la que se hace un uso directo del calor. El ejemplo son los balnearios, que se construyen alrededor de manantiales naturales con agua a unos 50º de temperatura. Este uso directo se hace en todo el mundo. Por ejemplo, París tiene un acuífero de agua caliente debajo que permite calentar barrios enteros con calefacción geotérmica. Con hacer un sondeo puedes saber si hay agua para pasar directamente por la red y llevar calor directo a las casas. En tercer y último lugar está el agua subterránea por debajo de los 30º, que llamamos de baja temperatura. Para generar energía con ella habría que usar una bomba de calor, que es lo mismo que se usa en la aerotermia. Este aparato no le ‘roba’ el calor al aire, sino al agua, aunque esté a 20º.

-Además de calentar el hogar, ¿qué otros usos tendría?

-En el pueblo asturiano de Mieres tenemos un ejemplo que es Premio Internacional de Geotermia. Bueno, pues allí tienen una mina de carbón que cuando dejó de explotarse, quedó abandonada y se inundó. Con este agua se hizo una red de calefacción y refrigeración de la mitad de Mieres, que cubre el hospital, la universidad, institutos, 250 viviendas y todo eso robándole la energía térmica al agua de la mina. Eso es geotermia, pero con el agua de la mina. Los usos de media y baja temperatura van desde calentar invernaderos a piscifactorías. También para la industria textil y del papel. La de alta temperatura, claro está, solo se emplea en generar electricidad.

-¿Y en la ciudad tiene cabida?

-Claro que sí. Hay muchísima geotermia de baja temperatura que utiliza bomba de calor, por ejemplo, en Madrid. Hay cientos de instalaciones de este tipo. El sector hotelero , como en Canarias o Baleares por ejemplo, es uno de los que más está aprovechando esta tecnología para climatizar porque puedes extraer el calor del agua aunque esté a 10º.

-¿Si no hay agua con el calor no basta?

-El mejor medio de transporte del calor es un fluido. Por eso, lo mejor es que haya calor y agua bajo la superficie de la tierra. Lo normal es que la planta geotérmica estándar, cuando hablamos de alta temperatura y de generar electricidad, esté ubicada en un gran foco de calor y de agua. Esta se extrae muy caliente y en tierra extraes el calor y devuelves el agua al terreno. Existen tecnologías para cuando no hay agua, pero son muchísimos más caras y problemáticas. El ejemplo de esto lo tenemos en Lanzarote: es una isla con mucho calor pero parece que no hay agua subterránea. ¿Cómo le extraemos el calor a una roca seca? Lo importante para que la planta sea viable es que haya calor y agua.

-El IGME lleva trabajando en el estudio de la geotermia desde los 70. ¿Cuál es el potencial de España y en qué posición está ahora?

-Potencial tenemos como todos los países. Geotermia de media y baja temperatura hay en casi todas partes. Pero estamos a la cola en su implantación y desarrollo, tal vez por falta de concienciación política y conocimiento de la ciudadanía.

-¿Por qué no ha tenido más desarrollo?

-No tengo una respuesta como investigadora, pero te puedo dar mi opinión personal. En el norte de Europa, por ejemplo en Suecia, hace 100 años que si se construye una casa se hace con calefacción geotérmica. Desde Alemania para arriba tienen una conciencia medioambiental muchísimo más arraigada. ¿Aquí qué conciencia tenemos sobre si ponemos geotermia o un aparato de aire acondicionado hacemos más o menos daño al planeta?

Imagen - «La única complejidad técnica que tiene es que hay que hacer una perforación en el terreno previa pero es un trabajo de tres días y sin impacto»

«La única complejidad técnica que tiene es que hay que hacer una perforación en el terreno previa pero es un trabajo de tres días y sin impacto»

-¿No es por su complejidad técnica?

-Para nada. En el caso de la climatización geotérmica mediante bomba de calor, la única complejidad es que tienes que perforar previamente en el terreno y, después, poner una bomba de calor. Tras la inversión, el hogar puede tener calefacción y refrigeración casi casi gratuita. Y eso también es igual de necesario para la lucha contra el cambio climático. La eólica y la fotovoltaica solo generan electricidad, pero para la lucha contra el cambio climático debemos actuar también con energías renovalbes térmicas como la geotermia. Solo esta ofrece además calor y frío.

-Las bombas de calor se usan sobre todo con la aerotermia. ¿Son tan eficientes para la geotermia?

-Lo son, y más. La bomba de calor, en ambos casos, tiene que ser enchufada a la red eléctrica. La cuestión es cuán eficiente es en cada caso. En la aerotermia gastas un kilovatio (kW) de electricidad, pero generas dos kilovatios térmicos. O sea, generas el doble de calor que la electricidad que gastas. La bomba necesita electricidad para hacer su trabajo pero parte de la energía que emplea la obtiene del aire. En la geotermia se generan de 4 a 6 kW térmicos en casa por cada kilovatio de electricidad que gasta la bomba. O sea, es el doble de eficiente (o más) que la aerotermia. Lo único que gastas es ese kilovatio por tener enchufada la máquina. En los chalets con placas solares se daría la combinación perfecta porque ya serías completamente autosuficiente.

-Parece que las placas solares y la aerotermia han tenido más prensa entre la población que la geotermia. ¿Qué ha faltado?

-No lo sé. Lo cierto es que de cinco a ocho años has amortizado la inversión porque desde que lo instalas dejas de pagar por la calefacción, salvo ese kilovatio de electricidad que requiere la bomba para funcionar del que hablábamos, que supone la cuarta o quinta parte de lo que pagabas antes. En la sierra de Madrid sí hay infinidad de chalecitos y alguna urbanización entera por San Sebastián de los Reyes que lo usa. A medida que la gente lo vaya conociendo se irá expandiendo porque es maravilloso. La verdad es que, yo que me dedico a la divulgación, puedo constatar que la gente no conoce el sistema. Cuando cuento esto, se interesan y reconocen que no sabían nada. El único gran defecto que tiene la geotermia es que tiene muy poco marketing. Pero estoy segura de que va a seguir creciendo.

-¿Para vosotros los expertos, tiene más valor la geotermia de alta temperatura para generar electricidad de forma limpia o la baja?

-Para mí tiene el mismo, pero me gusta más la media y la baja, la que aporta calefacción porque la puedes hacer en cualquier parte. Ahora nos han aprobado un proyecto con el CSIC en el que vamos a estudiar el potencial de geotermia en toda Castilla-La Mancha. Vamos a estudiar diferentes posibilidades de aprovechamiento, desde usos directos hasta climatización por geotermia, incluso almacenamiento térmico temporal en el terreno. .

Imagen - «A medida que avance el cambio climático más casas van a necesitar refrigeración y esta renovable es más eficiente»

«A medida que avance el cambio climático más casas van a necesitar refrigeración y esta renovable es más eficiente»

-¿Y cómo consigue refrigerar?

-Invierte el proceso: en lugar de robarle el calor al terreno coge el calor de la casa y lo inyecta en el terreno. Esto es una cosa que me parece apasionante. ¿Qué energía renovable hace eso? Imagínate, con una bomba de calor en verano a 40º robamos el calor del interior de la casa, lo inyectamos en el terreno y lo dejamos ahí almacenado. Y cuando llega el invierno, tenemos toda esa bolsa de calor acumulada para aprovecharla en invierno para la calefacción. Resulta el doble de renovable. A medida que avance el cambio climático se va a necesitar más refrigeración en las casas y, como explicaba, esta renovable es más eficiente tanto para calor como para frío.

-La ciudad ya construida, ¿puede explotarla?

-El reto de nuestra era es la rehabilitación de edificios y sí es posible meter la geotermia en los proyectos. En la misma Puerta del Sol se ha hecho. El problema en el entorno urbano es que se necesita un espacio donde perforar. Pero, por ejemplo, en los edificios donde hay garajes se hace ahí. También en terreno no construido como jardines o parques. Una vez hecho el sondeo, dura de por vida y encima se puede construir lo que se quiera… Un parque, un huerto… El impacto en el entorno es mínimo. Lo que hace falta es tener el conocimiento del terreno y esto es lo que hacemos en el IGME mis compañeros y yo.

-En el contexto de la transición energética, ¿qué peso cree que tendrá la geotermia en un futuro próximo?

-A nivel mundial ya es muy importante. Hay países como Estados Unidos, Australia, México, Alemania o Turquía donde la geotermia ya es la renovable más importante de todas. Aquí en España es la de menos peso. Yo creo que estamos empezando la década de la geotermia, porque la eólica y la solar ya sabemos lo que es y no da para mucho más. Ahora toca que la gente conozca la geotermia y se instale de forma masiva.